Álvaro Leyva reapareció para denunciar al presidente Gustavo Petro y al periodista Juan Diego Quesada, corresponsal del diario El País, por los supuestos audios que se conocieron hace algunos meses en los que el ex canciller hablaba de un plan para derrocarlo del poder.
La denuncia fue presentada ante la justicia de Estados Unidos, concretamente ante la fiscal general Pamela Bondi, y argumenta que esos audios no fueron originales y, por el contrario, fueron editados.
“El audio no es original ni se presenta íntegro. Fue editado caprichosamente para ser difundido con sentido totalmente acomodado –entrampamiento a las víctimas–. Los ruidos fueron agregados”, señaló.
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Los audios fueron publicados por el diario El País de España y hablan de una supuesta estrategia para deponer al Jefe de Estado por fases, que incluiría la publicación de cartas para deshonrarlo con acusaciones y buscar apoyo en círculos de Washington para asestarle el golpe final.
En esa supuesta estratagema política, siempre según la versión del diario extranjero, Leyva “deseaba” que Francia Márquez asumiera como presidenta en caso de lograr su objetivo, que al parecer se derrumbó al no encontrar eco en Estados Unidos.
El diario español citó unos chats que se cruzaron Leyva y Márquez, en los que él le manifestaba su apoyo, y añadió que los audios del exministro de Exteriores llegaron a manos de la inteligencia colombiana y por ese camino al presidente, quien le habría pedido explicaciones a su fórmula vicepresidencial y solicitado que desmintiera públicamente su participación en el supuesto complot, a lo que ella se habría negado.
Ante esos señalamientos, la vicepresidenta se defendió y pidió a la Fiscalía investigara.
“No existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones. No me mueve el resentimiento ni la conveniencia, y a quienes creen que podrán utilizarme como instrumento de sus ambiciones, les digo: están profundamente equivocados”, expresó la funcionaria.
Sostuvo que su carácter se ha forjado en la lucha y ha dedicado su vida a servir a los demás. Admitió que ha disentido “cuando ha sido necesario, con respeto y sin estridencias, ejerciendo la crítica como un acto de honestidad y no como una forma de ruptura”.