En el marco de las festividades por los 213 años de independencia, la administración del alcalde Dumek Turbay Paz completó la renovación del alumbrado de las murallas. La inversión de $10.000 millones da inicio a la revitalización del Centro Histórico, un proyecto que promete mejorar la imagen de la ciudad.
Un enfoque sostenible y eficiente
El nuevo sistema de iluminación cubre 4.366 metros lineales del cordón amurallado e instala 552 proyectores LED. Esta modernización reduce las emisiones de CO₂ en un 80%, contribuye a la sostenibilidad de la ciudad y cumple con los compromisos del Plan de Desarrollo: Cartagena, ciudad de derechos.
La iluminación como herramienta de valorización
El sistema RGBW instalado en las murallas crea efectos visuales adaptados a fechas especiales, temporadas del año o eventos destacados, realzando la arquitectura de las murallas de manera dinámica. Este sistema abarca sectores clave como el Parque de La Marina, la avenida Santander, El Cabrero, San Diego, la Plaza Santa Teresa y Las Bóvedas, mejorando la visibilidad de estos puntos turísticos.
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Aunque la inversión en la renovación del alumbrado representa un avance, surge la pregunta de si esta medida realmente aborda otros problemas críticos de infraestructura que enfrenta la ciudad, como las dificultades en las zonas periféricas que requieren atención urgente.
Un legado que debe ser revisado
El alcalde Dumek Turbay Paz celebró la culminación del proyecto como un avance hacia la recuperación de la grandeza de Cartagena: “Estamos muy contentos con esta iniciativa de la Alcaldía. Querer embellecer a este Centro Histórico es parte del deseo y la necesidad que tenemos todos los cartageneros. Tenemos una deuda muy importante con nuestra ciudad y creo que ya la estamos resarciendo”, Diana Meza, directora ejecutiva de Fundación Centro Histórico.
“Llegamos temprano a esta zona para ver el atardecer y nos fijamos que encendieron las luces, es una iluminación que hace ver mejor las murallas. Se alcanzan ver desde lejos todas y ayuda mucho a embellecer esta ciudad que nos ha cautivado”, manifestó Francisco Dozal, turista mexicano.
Sin embargo, es crucial cuestionar si esta inversión en el alumbrado satisface las necesidades más urgentes de Cartagena, como la infraestructura urbana, el acceso a servicios básicos y la mejora de la seguridad en barrios menos favorecidos.
Opiniones divididas sobre la transformación
Tanto turistas como residentes han respondido de manera positiva, aunque persisten dudas sobre el impacto real de estos cambios. Francisco Dozal, un turista mexicano, comentó: “Llegamos temprano a esta zona para ver el atardecer y nos fijamos que encendieron las luces. Es una iluminación que hace ver mejor las murallas. Se alcanzan a ver desde lejos todas y ayuda mucho a embellecer esta ciudad que nos ha cautivado”. Por su parte, Diana Meza, directora ejecutiva de la Fundación Centro Histórico, destacó: “Estamos muy contentos con esta iniciativa de la Alcaldía. Querer embellecer a este Centro Histórico es parte del deseo y la necesidad que tenemos todos los cartageneros. Tenemos una deuda muy importante con nuestra ciudad y creo que ya la estamos resarciendo”.
Aunque el proyecto ha generado entusiasmo, algunos cuestionan si estos esfuerzos de modernización son suficientes para abordar los desafíos de fondo que enfrenta Cartagena. La mejora en la infraestructura y la calidad de vida de los cartageneros depende de una visión más amplia y holística, que vaya más allá de la estética y contemple aspectos fundamentales como la seguridad, la infraestructura básica y la gestión sostenible a largo plazo.
