A esta hora, continúan las exequias del senador y precandidato presidencial asesinado Miguel Uribe Turbay.
Mientras que la carroza fúnebre en la que fue trasladado del Congreso hasta la Catedral Primada hizo su recorrido por la carrera séptima de Bogotá, centenares de personas clamaban por que se haga justicia respecto de su crimen.
Decenas de globos blancos fueron lanzados al cielo para simbolizar el adiós al dirigente, que luchó por su vida por más de dos meses, luego de ser víctima de un atentado en una reunión política en Bogotá.
El féretro fue acompañado con seis integrantes de la guardia presidencial que llevaron el ataúd, cubierto con la bandera de Colombia y una rosa blanca.
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De cerca lo acompañó su esposa María Claudia Tarazona, su padre, su hijo, su familia y varios congresistas compañeros de sus debates legislativos en el Congreso.
A la Catedral Primada asistieron, entre otros, los expresidentes Juan Manuel Santos, César Gaviria y Ernesto Samper, junto con sus esposas, magistrados, miembros del cuerpo diplomático, además de los representantes del Gobierno de Estados Unidos, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, y el congresista Bernie Moreno.
Como lo solicitó la familia del senador Uribe, ningún funcionario del Gobierno hizo presencia en el homenaje.
Durante su traslado hacia la Catedral Primada, cientos de seguidores acompañaron el féretro con pedidos de justicia e incluso gritos de «Fuera, Petro».
En la Catedral Primada, el cardenal Luis José Rueda esperaba el cuerpo de Miguel Uribe.
De Colprensa
