La magistrada de la Corte Constitucional Natalia Ángel Cabo rechazó las afirmaciones del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, a quien acusó de incurrir en falsedades y acoso para generar un «manto de duda» sobre su independencia, en medio de la tensión política derivada de la reciente elección de Carlos Camargo como nuevo miembro del alto tribunal.
El enfrentamiento se originó tras la publicación de la columna de opinión de Vargas Lleras titulada «Sucios Mentirosos» el pasado 7 de septiembre, en la que señaló a la magistrada Ángel de intervenir en el proceso de elección que el Senado adelantó la semana anterior y que resultó en la derrota de la candidata del Gobierno, María Patricia Balanta.
En su comunicado, la magistrada calificó esta afirmación como una «falsedad grave» y aseguró que nunca ha sostenido conversaciones con magistrados de la Corte Suprema de Justicia, senadores o miembros del Gobierno para «promover o atacar alguna candidatura a la Corte Constitucional».
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Explicó que, si bien conoce a los candidatos Carlos Camargo y Jaime Humberto Tobar por su aspiración previa a la Corte, no conoce ni ha hablado con la señora Balanta. «Mi origen es académico, no hago parte de la política y no tengo cercanía ni con este ni con ningún otro gobierno», sentenció.
La elección de Camargo con 62 votos desató una crisis en la coalición de Gobierno, que llevó al presidente, Gustavo Petro, a calificar de «sucios mentirosos» a quienes, según él, lo traicionaron, y a solicitar la renuncia de los ministros de las carteras de Comercio, Trabajo y TIC, cuotas de los partidos Liberal, Alianza Verde y ‘la U’.
Un «patrón de estigmatización”
La magistrada Ángel Cabo denunció que los señalamientos de Vargas Lleras no son un hecho aislado, sino que responden a un «patrón de conducta claro» y de «estigmatización» en su contra. Como prueba, se refirió a otras columnas del exvicepresidente, como «El decretazo» y «Todo por el Todo».
Según Ángel, en dichos textos se le presenta como una funcionaria con posiciones cercanas a la Casa de Nariño, utilizando como argumento una serie de sentencias en las que su voto coincidió con el de la mayoría de la Sala Plena. «Como el ciudadano podrá fácilmente verificar, esto es totalmente falso, pues en esas sentencias el sentido de mi voto es exactamente igual al de las magistradas y magistrados Cristina Pardo, Diana Fajardo, José Fernando Reyes y Paola Meneses«, precisó la magistrada en su comunicación.
Frente a la acusación de demoras en fallos para, supuestamente, beneficiar al Gobierno, la magistrada adjuntó una certificación de la Secretaría General de la Corte Constitucional, fechada el 1 de septiembre de 2025, en la que se constata que ha radicado sus proyectos dentro de los términos legales. Explicó que la tardanza en algunos procesos obedece a la complejidad de los mismos y a la carga procesal del tribunal.
Finalmente, la magistrada lamentó tener que pronunciarse públicamente, una acción que, según dijo, realiza por primera vez al considerar que la gravedad de las falsedades lo ameritaba. «Valoro que las personas discutan e incluso critiquen las decisiones judiciales. Pero otra cosa es hacer imputaciones falsas e incurrir en conductas de acoso contra un juez», concluyó.
El nuevo pulso de la Corte
La elección de Camargo fue impulsada por un sector de la política tradicional y la oposición que, como lo expresó Vargas Lleras, veía en su figura la forma de evitar «desde la modificación del calendario electoral hasta la vulneración de nuestro régimen democrático».
Con la llegada de Camargo, quien reemplaza a José Fernando Reyes, la Sala Plena no tendrá más cambios hasta 2028. Aunque la percepción inicial es de una derrota para el Gobierno, el mapa de poder es más complejo.
El presidente Petro cuenta con dos magistrados de su círculo cercano: Vladimir Fernández, su exsecretario jurídico, y Héctor Carvajal, su exabogado personal. A ellos se suma en ocasiones Juan Carlos Cortés, de línea liberal progresista, quien ha acompañado tesis del Ejecutivo, aunque también votó por devolver la reforma pensional al Congreso.
En la orilla opuesta, se consolida un bloque conservador y crítico con el Gobierno, integrado por el presidente de la Corte, Jorge Enrique Ibáñez, la magistrada Paola Meneses y, ahora, Carlos Camargo. Se considera que Lina Marcela Escobar también se alinea frecuentemente con este grupo.
En una posición más intermedia se ubican Natalia Ángel y Miguel Polo Rosero. Pese a ser tildados de «petristas» por la oposición, sus votos han sido mixtos. Ángel fue ponente del fallo que tumbó la «expropiación exprés» del Plan Nacional de Desarrollo, y Polo ha sido riguroso desde la sala de seguimiento en salud, exigiendo al Gobierno el recálculo de la Unidad de Pago por Capitación (UPC).
De Colprensa