La Alcaldía de Cartagena ordenó suspender de inmediato las rentas turísticas no autorizadas en el edificio Santo Domingo II, ubicado en el Centro Histórico, tras confirmar que varios apartamentos estaban siendo alquilados por días, pese a tener uso residencial exclusivo. La medida se adoptó mediante un fallo de segunda instancia emitido por la Dirección de Control Urbano, que exige restablecer la destinación original de los inmuebles.
Los residentes del edificio, en su mayoría adultos mayores, denunciaron ruidos, fiestas y comportamientos inapropiados por parte de turistas que alquilaban los apartamentos para eventos y encuentros nocturnos. “Somos personas de la tercera edad y no podemos dormir por el ruido. Incluso llegan jóvenes con mujeres semidesnudas a hacer fiestas”, aseguró uno de los habitantes afectados.
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El alcalde Dumek Turbay pidió priorizar la atención del caso al considerar que la situación afectaba la convivencia y la seguridad del entorno. “Los residentes tenían miedo de dejar bajar a sus hijos a jugar por el consumo de drogas o comportamientos indebidos. No vamos a permitir que el turismo ilegal degrade la vida en nuestros barrios”, afirmó.
Tras una revisión técnica y jurídica, la Dirección de Control Urbano comprobó que varios propietarios ofrecían los apartamentos por plataformas digitales bajo la modalidad de renta corta, una práctica que viola las normas urbanísticas y el reglamento interno del conjunto, que solo permite el uso residencial.
El director de Control Urbano, Emilio Molina, sostuvo que este caso marca un precedente en la regulación del turismo urbano. “No se trata de frenar la economía turística, sino de garantizar que funcione dentro del marco legal y sin atropellar el derecho a la tranquilidad de los residentes”, explicó.