Más de 48,000 personas, tanto turistas como cartageneros, vivieron una experiencia única en Cartagena durante las Fiestas de la Virgen de la Candelaria, que se celebraron entre el 24 de enero y el 2 de febrero. Más de 4,800 personas al día subieron al cerro de La Popa para participar en la novena y otras actividades religiosas, convirtiendo este evento en uno de los principales atractivos turísticos y culturales de la ciudad.
El punto culminante de las festividades fue la misa campal en la cima de La Popa, seguida por la procesión de la imagen de la Virgen de la Candelaria hasta la Ermita del Pie de la Popa. Este evento no solo atrajo a fieles y peregrinos locales, sino también a turistas nacionales e internacionales interesados en la espiritualidad y la cultura local.
La Popa, un mirador cultural y religioso único
Subir a La Popa no solo es una peregrinación religiosa, sino también una experiencia turística única. Los visitantes, tanto locales como foráneos, disfrutan de una vista panorámica de 360 grados de Cartagena, combinando la fe con el encanto histórico de la ciudad. Liliana Rodríguez Hurtado, presidenta ejecutiva de Corpoturismo, destacó que el cerro no solo es un lugar de oración, sino un sitio que conecta a los turistas y cartageneros con la historia y las tradiciones de Cartagena.
Ruta Patrimonial: Conociendo la Historia de Cartagena
Desde el 24 de enero hasta el 1 de febrero, más de 500 personas, entre turistas y cartageneros, participaron en la Ruta patrimonial: el camino a La Popa, una iniciativa de Corpoturismo y el IPCC para dar a conocer el legado histórico y cultural del cerro, el convento y la Virgen de la Candelaria. Esta ruta permitió a los visitantes adentrarse en las tradiciones religiosas, gastronómicas y culturales que hacen única a Cartagena como destino turístico.
Cartagena, destino turístico religioso reconocido mundialmente
El turismo religioso de Cartagena también fue reconocido a nivel internacional, al ser premiado en la Feria Internacional de Turismo FITUR 2025. Este galardón reafirma el interés creciente de turistas y cartageneros por disfrutar de las festividades religiosas, como las de la Virgen de la Candelaria, en una ciudad que ofrece una experiencia cultural, histórica y espiritual única.
