Un incidente ocurrido en el Festival del Pastel Cartagenero generó debate público luego de que el concejal Wilson Toncel y una vendedora protagonizaran un enfrentamiento verbal que luego escaló a redes sociales. El conflicto se originó por el supuesto impago de 22.000 pesos correspondientes a un pastel adicional.
La vendedora acusó al concejal de haberla humillado y aseguró que, en medio de la discusión, recibió un billete de 50.000 pesos lanzado a la cara. En un video divulgado en redes sociales, denunció que el comportamiento del funcionario fue irrespetuoso y ofensivo.
#Vendedora denuncia humillación por parte del #concejal @WilsonToncel en el #FestivalDelPastel Cartagenero.
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— Nación Costeña (@CostenaNacionX) December 23, 2024
La respuesta del concejal
Wilson Toncel negó las acusaciones y calificó lo sucedido como un montaje. Según su versión, la vendedora y dos mujeres más intentaron estafarlo al exigirle un pago adicional por un pastel que no consumió. “Esa señora, en compañía de otras dos, me armó un escándalo del cual fue testigo el administrador del festival. Incluso puse la queja porque considero que están acostumbradas a hacer ese tipo de cosas”, afirmó.
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El concejal insistió en que realizó el pago inicial con un billete de 50.000 pesos y cuestionó la política de pago del evento, señalando que, según otra vendedora, los pasteles no se entregan sin haber sido pagados previamente.
Impacto en la imagen de la ciudad
Toncel aseguró que este tipo de incidentes afectan la percepción de Cartagena, especialmente frente a los turistas. “Es la forma como algunos operadores turísticos actúan, y es la misma forma como tratan a los turistas”, expresó. Además, informó que contactó a Lucy Espinosa, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura, para alertar sobre la situación y pedir un mayor control sobre los vendedores del festival.
En medio de esta polémica, Toncel contactó a la directora del Instituto de Patrimonio y Cultura, Lucy Espinosa, para alertar sobre la situación y recomendar un mayor control sobre los vendedores del festival. A pesar de sus esfuerzos por desvincularse del incidente, el concejal no pudo evitar que su actitud ante la vendedora se convirtiera en el centro de la discusión pública.