La ANDI alertó que el deterioro de la cartera de las IPS ya afecta la atención en ciudades como Cartagena, donde prestadores enfrentan retrasos de pago que comprometen consultas, insumos y tratamientos esenciales. El gremio reveló que la cartera total de las IPS pasó de $2,8 billones a $5,7 billones entre 2022 y 2025, mientras la cartera vencida se duplicó y llegó a $4,2 billones, un nivel que pone en riesgo la continuidad del servicio.
Los ciclos de pago también empeoraron. Las IPS hoy tardan 211 días en recaudar, frente a 190 días en 2022, lo que reduce su liquidez y limita la capacidad de atender la demanda creciente en regiones como Bolívar. La participación de cartera corriente cayó a 26,7%, un indicador que confirma la presión financiera sobre los prestadores.
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La crisis financiera coincide con un incremento de quejas. Hasta junio de 2025, las IPS registraron más de 180.000 reclamos mensuales por negación de servicios, demoras en citas y tiempos de espera que afectan a pacientes con enfermedades crónicas y de alto costo.
El deterioro más grave aparece en las EPS intervenidas, cuya cartera aumentó 269%, hasta superar el billón de pesos. La cartera vencida de estas entidades creció 293%, cifra que explica el retraso sistemático en pagos a hospitales y clínicas. La Nueva EPS también muestra un deterioro severo: su cartera total subió de $160.067 millones a $576.000 millones, mientras la cartera vencida llegó a $439.000 millones, un aumento de 276,9%.
La ANDI pidió al Gobierno Nacional adoptar medidas financieras urgentes para evitar que la red prestadora entre en un punto de quiebre.
