En el informe definitivo de la Contraloría Distrital de Cartagena se dieron varios hallazgos sobre la situación financiera de la empresa de servicios públicos de la capital de Bolívar.
El panorama es desalentador, ya que Aguas de Cartagena S.A. E.S.P. evidenció un incremento sostenido del endeudamiento, graves problemas de recaudo y una estructura financiera que compromete la estabilidad de la empresa.
Los problemas encontrados por el ente de control generan preocupación tanto en la parte económica, pero sobre todo en la prestación del servicio a los usuarios.
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La empresa, que desde 1995 presta el servicio de distribución de agua potable y alcantarillado a los cartageneros, viene presentando problemas de administración desde hace varios años.
El resumen de la auditoría se concentra en varios frentes como el alto pasivo o deuda de la empresa, la inoperancia de las cuentas por cobrar y la falta de liquidez ante los problemas de ingresos.
Todos estos aspectos reúnen los indicadores para que una empresa se considere en riesgo para operar, además de tener dificultades para adquirir financiamiento externo. Insiste la Contraloría Distrital: la mayor preocupación está en la prestación del servicio a los usuarios. ¿Hay garantías de suministro de agua potable?
Pasivos crecen y presionan estructura financiera
El ente de control estableció que los pasivos corrientes y no corrientes aumentaron frente a 2022, mientras el crecimiento del activo no logra compensar ese incremento. El pasivo corriente subió 4,36% y el pasivo no corriente 4,86%, confirmando que la empresa adquiere más obligaciones sin fortalecer su respaldo financiero real.
Aunque el activo corriente creció, la Contraloría advirtió que este aumento no mejora la salud financiera, ya que se concentra en cuentas por cobrar, recursos que no ingresan de forma efectiva a la caja. Al mismo tiempo, el activo no corriente disminuyó, reduciendo el soporte patrimonial de largo plazo.
Cuentas por cobrar concentran riesgo financiero
La auditoría identificó que las cuentas por cobrar superan los $120.000 millones y representan una parte crítica del activo de la empresa. Más grave aún, la Contraloría alertó que el deterioro de estas cuentas ronda el 50%, lo que significa que la mitad de esos recursos presenta alto riesgo de no recuperarse.
El informe señala que la prestación de servicios públicos concentra más del 83% de estas cuentas, con el servicio de acueducto como el principal componente.
Sin embargo, la entidad no demuestra una gestión eficaz de recaudo, lo que afecta directamente la liquidez y la capacidad de pago.
Para el ente de control, este volumen de cuentas sin recaudar expone fallas administrativas y de control, y se convierte en uno de los principales factores que asfixian la caja de la empresa.
Empresa no tiene liquidez para responder
Los indicadores de liquidez confirman el deterioro financiero. La razón corriente se ubicó en 76,57%, lo que indica que Aguas de Cartagena no cuenta con activos suficientes para cubrir sus pasivos de corto plazo.
La Contraloría fue clara: por cada peso que la empresa debe, solo dispone de 77 centavos para pagar, lo que deja un déficit cercano al 23%. Además, el capital de trabajo resultó negativo, reflejando problemas serios de flujo de caja y una capacidad limitada para operar, sostenerse y crecer.
Este resultado evidencia que la empresa funciona bajo presión financiera permanente, con alto riesgo de incumplimientos y dependencia de recursos externos.
Endeudamiento elevado y dependencia del financiamiento externo
El informe reveló que el 73,33% de los activos de Aguas de Cartagena está financiado con deuda, mientras solo el 26,67% corresponde a patrimonio. Este nivel de endeudamiento confirma una fuerte dependencia de terceros y eleva el riesgo financiero, ya que la empresa debe responder por intereses y capital sin importar su situación operativa o de recaudo.
La Contraloría también advirtió que más del 50% de la deuda se concentra en el corto plazo, lo que agrava la presión sobre la liquidez y reduce el margen de maniobra financiera.
