La reforma laboral impulsada por el Gobierno quedó virtualmente hundida en el Senado, luego de que ocho congresistas firmaran la ponencia de archivo en la Comisión Séptima. Entre ellos, las senadoras Berenice Bedoya (ASI) y Lorena Ríos (Colombia Justa Libres) confirmaron su voto en contra de la iniciativa, que ahora no cuenta con los apoyos suficientes para superar su tercer debate.
La ponencia de archivo fue radicada este martes con el respaldo de Honorio Henríquez (Centro Democrático), Alirio Barrera (Centro Democrático), Esperanza Andrade (Partido Conservador), Nadia Blel (Partido Conservador), Berenice Bedoya (ASI), Miguel Ángel Pinto (Partido Conservador), Ana Paola Agudelo (Mira) y Lorena Ríos (Colombia Justa Libres). Con estos ocho votos, la mayoría de la Comisión Séptima se inclina por el archivo de la reforma.
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Por otro lado, los senadores Wilson Arias, Martha Peralta y Ferney Silva, del Pacto Histórico, junto con Omar Restrepo (Comunes), manifestaron su respaldo a la propuesta del Gobierno.
Mientras tanto, Fabián Díaz (Alianza Verde) presentó una ponencia alternativa y Norma Hurtado (Partido de la U) no ha definido su posición. Aun si ambos se sumaran a la bancada de Gobierno, los votos serían insuficientes para salvar la iniciativa.
Tanto Lorena Ríos como Berenice Bedoya argumentaron que la reforma laboral presenta problemas jurídicos, económicos y sociales que hacen inviable su aprobación.
En un comunicado, el partido Colombia Justa Libres respaldó la decisión de Ríos, señalando que la iniciativa es «regresiva», «inconstitucional» y «carece de impacto fiscal».
Según Ríos, la propuesta del Gobierno propicia la informalidad y el desempleo, al imponer cargas adicionales a los empleadores sin un esquema claro de financiamiento.
También cuestionó la falta de concertación con los sectores productivos y afirmó que las mesas técnicas realizadas evidenciaron «fallas estructurales» que no fueron corregidas.
El partido Colombia Justa Libres indicó que el proyecto vulnera derechos fundamentales como la libertad de asociación sindical y contradice tratados internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Además, consideró que algunas de sus disposiciones podrían tramitarse mediante leyes ordinarias sin necesidad de una reforma estructural.
Por su parte, la senadora Berenice Bedoya explicó que su voto en contra responde a la incertidumbre que genera la propuesta en materia de estabilidad laboral y crecimiento económico.
En su comunicado, afirmó que «el proyecto no genera nuevos empleos, sino que pone en riesgo los actuales», al tiempo que criticó la falta de un aval fiscal para la formalización laboral.
Bedoya también señaló que la reforma contempla medidas que podrían afectar a pequeñas y medianas empresas, como el incremento en las licencias remuneradas, la prohibición del contrato sindical y el aumento en los pagos a aprendices y al SENA.
A su juicio, estos cambios fueron presentados sin un análisis técnico suficiente y sin la disposición del Gobierno a discutir modificaciones en puntos sensibles.
Con la mayoría de la Comisión Séptima en contra, la reforma laboral enfrenta un escenario prácticamente insalvable en el Congreso. De no conseguirse un giro en las votaciones, la iniciativa será archivada en su tercer debate, lo que representaría un revés para el Gobierno en su intención de modificar las condiciones del mercado laboral en el país.
De Colprensa para Nación Costeña.