En plena Plaza de La Aduana, los cartageneros y turistas participan de una propuesta diferente: la ‘Tienda de la Honestidad’. Se trata de un punto instalado por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), donde los visitantes pueden tomar un dulce típico y dejar un aporte voluntario de $2.000 o más.
En el lugar, los portadores de tradición dejan sus productos diariamente. El visitante elige el dulce, deposita el dinero en una caja y, si lo requiere, se entrega el vuelto él mismo. No hay intermediarios ni supervisión. Solo la confianza como protagonista.
Cultura y valores en un mismo espacio
La tienda forma parte del XV Festival del Dulce y la Comida Típica Cartagenera. Este evento no solo exalta los sabores locales, también impulsa valores como la responsabilidad, la transparencia y el civismo.
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“El balance está siendo muy positivo. Las personas están poniendo en práctica la cultura de la transparencia”, afirmó Karolyn Saldarriaga, vocera del IPCC, al destacar el comportamiento de los visitantes durante la actividad.
La honestidad en acción
La experiencia ha generado sorpresa y reflexión. “Yo esperaba que alguien me cobrara, pero me explicaron en qué consistía la tienda y quedé maravillada”, expresó Fabiola Cardona, turista que disfrutaba del festival.
¿Cómo funciona?
Entra a la tienda y escoge el dulce que prefieras.
Deposita tu aporte desde $2.000 en la caja negra.
Si necesitas cambio, puedes tomarlo tú mismo.
Una apuesta que deja huella
La ‘Tienda de la Honestidad’ demuestra que la cultura ciudadana también se construye desde lo cotidiano. Esta experiencia suma a las estrategias de fortalecimiento de valores que acompañan las celebraciones culturales en Cartagena.