En una operación de seguridad marítima, la Armada de Colombia detuvo a 49 personas que realizaban actividades pesqueras ilegales en la zona de conservación de Cayo Quitasueño, poniendo de manifiesto la importancia de proteger los recursos marinos del país.
En un reciente operativo de seguridad y defensa marítima, unidades de la Armada de Colombia detectaron a 49 individuos involucrados en actividades de pesca ilegal en el área de conservación de Cayo Quitasueño, un importante ecosistema marino dentro del mar territorial colombiano. Este incidente resalta la creciente preocupación por la protección de las áreas marinas y la necesidad de hacer cumplir las leyes que rigen la pesca en el país.
Los hechos ocurrieron cuando tripulantes de la Estación de Guardacostas de San Andrés Isla y de la fragata ARC “Caldas” se desplazaron a la zona tras recibir información sobre la presencia de dos embarcaciones en un área protegida.
Al llegar al lugar, los uniformados intentaron verificar la situación, pero una de las embarcaciones, la motonave “Mr Jim G”, ignoró las órdenes de los guardacostas y emprendió maniobras evasivas hacia el oeste, abandonando a los tripulantes de las otras embarcaciones que se encontraban en la misma área.
Durante la verificación, la Armada encontró la lancha “Two Brother VII” con siete tripulantes a bordo, así como 22 pangas que albergaban a 42 personas más. En el interior de estas embarcaciones, las autoridades hallaron equipos de pesca ilegal, que incluía 21 arpones artesanales, 21 caretas, 42 pares de aletas, 102 tanques de buceo y reguladores de oxígeno. Además, se confiscó un total de 182 kilogramos de pesca blanca, que incluía langosta ovada, cangrejo king crab y cola de langosta, especies que están bajo protección debido a su vulnerabilidad.
En el caso de Cayo Quitasueño, situado al norte del departamento, las embarcaciones interceptadas se encontraban en una zona designada como «No Take», que se establece como un área de conservación que alberga corales mixtos y una biodiversidad única. En esta zona, se prohíbe cualquier actividad extractiva de recursos naturales, incluyendo la pesca, lo que la convierte en un lugar de especial protección
El personal fue embarcado en una unidad naval y transportado hasta la isla de San Andrés, con el fin de ponerlo a disposición de las autoridades competentes para la realización de los actos urgentes. La pesca y los artes de pesca depredadora fueron puestos a disposición de la Secretaría de Agricultura y Pesca y de la Corporación para el Desarrollo Sostenible – CORALINA.
La Armada Nacional, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores, ha iniciado el trámite de una nota de protesta por la violación del espacio marítimo y las leyes colombianas. Este tipo de acciones no solo pone en riesgo la biodiversidad marina, sino que también afecta la sostenibilidad de las comunidades que dependen de la pesca legal y responsable.
El Archipiélago de San Andrés y Providencia, que incluye Cayo Quitasueño, es conocido por su rica biodiversidad y sus áreas marinas protegidas, establecidas bajo el acuerdo No. 002 de 2019 de la Corporación para el Desarrollo Sostenible – CORALINA. Este acuerdo regula los usos permitidos y las actividades prohibidas en la región, con el objetivo de preservar los ecosistemas marinos y garantizar la sostenibilidad de los recursos.
Es importante señalar que el departamento del Archipiélago cuenta con Áreas Marinas Protegidas, establecidas en la Reserva de Biósfera SeaFlower, conforme al acuerdo No. 002 de 2019 de la Corporación para el Desarrollo Sostenible – CORALINA. Este acuerdo regula los usos permitidos y las actividades prohibidas en función de las características específicas de cada área.
La intervención de la Armada es un recordatorio de la importancia de la vigilancia constante en estas áreas protegidas. La pesca ilegal no solo amenaza la vida marina, sino que también socava los esfuerzos de conservación y desarrollo sostenible en la región.
