El carro escalera de rescate y extinción de incendios en altura de Valledupar, adquirido por $4.000 millones, sigue inoperativo en la estación norte del Cuerpo de Bomberos Voluntarios. La falta de recursos para su mantenimiento y la ausencia de personal capacitado impiden su uso, generando preocupaciones sobre la seguridad en emergencias.
Asamblea del Cesar exige respuestas
La Asamblea Departamental del Cesar citó a un debate de control político el 12 de marzo, impulsado por el diputado Jesús Suárez, para esclarecer quién debe asumir los costos del mantenimiento y la póliza del vehículo.
A la sesión deberán asistir el comandante del Cuerpo de Bomberos, Alexey Petit; el secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, y la jefa de Gestión del Riesgo, Petrona Romero Navarro. También se espera la presencia del secretario de Gobierno de Valledupar, Jorge Pérez Peralta, y los responsables de Hacienda del municipio y el departamento.
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Los funcionarios deberán explicar por qué el vehículo permanece sin uso desde 2022, año en que la Gobernación del Cesar lo entregó a los bomberos mediante un contrato de comodato. Además, deberán rendir cuentas sobre la sobretasa bomberil y el presupuesto destinado a la entidad.
Millonaria inversión, pero sin operatividad
El carro escalera, con tecnología de punta para enfrentar incendios en edificios altos, requiere mantenimiento preventivo y correctivo, pero el Cuerpo de Bomberos carece de recursos para cubrir estos gastos.
Entre 2022 y 2023, la Gobernación asumió los costos de dos pólizas de seguro: una de $49 millones y otra de $16 millones. Sin embargo, en 2024, el vehículo quedó sin cobertura y sin mantenimiento, a pesar de que sigue en óptimas condiciones.
El municipio asignó $4.777 millones para el funcionamiento de los bomberos en 2025, pero el 75% del presupuesto se destina a nómina y gastos administrativos. Esto deja sin financiación el mantenimiento del vehículo, lo que impide su operación en emergencias.
Seguridad en riesgo mientras las autoridades evaden responsabilidades
El abandono del carro escalera afecta la respuesta ante emergencias en hoteles, centros comerciales y edificios residenciales. La falta de personal capacitado para operarlo agrava la crisis.
Mientras la Gobernación y el Cuerpo de Bomberos se culpan mutuamente, el vehículo permanece estacionado, sin cumplir su propósito.
