En plena celebración del Carnaval de Barranquilla, una joven Cartagenera demuestra que la pasión por la cultura y el deporte pueden ir de la mano. Desde niña ha danzado en comparsas, pero su corazón también late por el fútbol. Hoy, compagina el ritmo del carnaval con su meta de convertirse en futbolista profesional.
En una entrevista exclusiva con Nación Costeña, reveló que su amor por la danza es familiar. Su prima Danna le transmitió la pasión por el baile. Sin embargo, su historia no se detiene en los escenarios del carnaval, sino que también se escribe en la cancha.
Del escenario a la cancha: el sueño de una Cartagenera
Desde hace dos años, juega como lateral en la Liga, después de que su talento fuera descubierto en las calles de su barrio. «Me decían que jugaba bien y me invitaron a un equipo. Desde entonces, el fútbol se convirtió en mi otra pasión», contó con entusiasmo.
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Aunque equilibra su tiempo entre la danza y el deporte, su meta está clara: llegar al profesionalismo y ayudar a su familia. «Quiero ser mejor persona y apoyar a los míos», afirmó.
Inspiración en casa: el legado que deja
Con cuatro hermanos, la joven es un ejemplo en su hogar. Su hermano menor, de 12 años, la sigue de cerca y también se ha sumado a la danza. «Cuando no puede venir conmigo, hasta llora. Me ve practicando en casa y así ha aprendido», relató emocionada.
El Carnaval de Barranquilla no solo es fiesta y tradición, sino también una plataforma donde historias de superación cobran vida. Entre tambores y gambetas, esta joven demuestra que los sueños se construyen con pasión y esfuerzo.