Gremios empresariales de la capital del Atlántico rechazaron el paro nacional convocado para el 28 y 29 de mayo, al advertir que esta jornada de protestas pondría en riesgo la estabilidad económica y la reactivación del comercio local.
Empresarios de pequeñas y medianas compañías alzaron la voz ante lo que consideran una amenaza directa al flujo comercial diario, vital para cientos de trabajadores que dependen de las ventas al menudeo. “Respetamos el derecho a la protesta, pero no a costa de quienes luchamos a diario por mantener nuestras empresas a flote”, afirmaron representantes del sector productivo.
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El comercio formal teme un impacto en las ventas, la seguridad y el ambiente laboral. Los líderes empresariales exigieron diálogo como vía prioritaria para resolver las tensiones sociales y evitar acciones que frenen el crecimiento económico. “Necesitamos soluciones que permitan alzar la voz sin afectar el bolsillo de quienes viven del trabajo diario”, señalaron.
Los gremios hicieron un llamado directo a los organizadores del paro para que consideren alternativas de protesta que no bloqueen la movilidad ni afecten la actividad empresarial. Aseguran que las consecuencias de una jornada de paro, en un contexto aún frágil por los rezagos de la pandemia, pueden profundizar la crisis de cientos de negocios en Barranquilla.
Mientras crece el debate, empresarios y comerciantes reiteran su disposición al diálogo y al trabajo conjunto por el desarrollo económico de la ciudad.
