Cartagena no solo enamora con su historia y su arquitectura colonial, también lo hace con cada bocado de su cocina tradicional. La ciudad amurallada sirve a diario un menú lleno de identidad, donde el arroz con coco, el pescado frito y los patacones encabezan una herencia culinaria que sigue viva en cada esquina.
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Los cartageneros mantienen viva la sazón ancestral con recetas que combinan la tradición africana, indígena y española. En los mercados populares, como el de Bazurto, y en los restaurantes de Getsemaní o Bocagrande, los turistas y locales encuentran platos como el sancocho de pescado, la posta negra cartagenera y el mote de queso, verdaderos íconos del sabor costeño.
En Cartagena, el almuerzo típico se sirve con arroz con coco, ensalada fresca y filete de mojarra frita, acompañado de una limonada bien fría o una chicha de arroz, refresco infaltable en la mesa costeña. Para el postre, las cocadas de coco, el enyucado y los dulces de papaya o corozo endulzan la experiencia culinaria.