Jerónimo Uribe, hijo del expresidente Álvaro Uribe, publicó en las últimas horas una sentida carta sobre la situación judicial de su padre, actualmente en juicio por presunto soborno de testigos.
En el escrito, Jerónimo Uribe reconoce que en la última visita de Álvaro Uribe a sus nietos pensó que esta puede ser la última vez que lo vean en libertad. Sin embargo, aseguró que toda la evidencia se va a conocer y se sabrá que su padre es inocente de lo que se le imputa.
Sugerencias: Fiscalía investiga a mujer detenida por posible participación en magnicidio fallido contra Uribe Turbay
El viernes pasado, concluyó la presentación de más de 90 testigos, de la Fiscalía y la defensa, y el próximo lunes empezarán los alegatos de las partes, después de lo cual la juez del caso tomará la decisión correspondiente.
En su carta, Jerónimo Uribe hace referencia precisamente a la juez. Dice que es posible que ningún otro juez en la historia de Colombia haya experimentado la misma presión pública.
«Lo primero que es innegable, es su intenso ritmo de trabajo. No es para menos, le correspondió juzgar a uno de los presidentes más influyentes de Colombia. De prescribir, pasaría a la historia como la juez que no fue capaz de llevar a término el proceso más connotado de este siglo. Cualquiera que sea su decisión, unos colombianos la amarán y otros la odiarán. Su fallo será estudiado en las facultades de derecho por muchos años«, dice Uribe.
Sobre la fiscal del caso, también tiene comentarios Jerónimo Uribe. Dice que ha tenido «comentarios despectivos de la defensa, que exceden su función», pero reconoce la responsabilidad que tiene de representar a unas presuntas víctimas, que, según dice, «son cercanas al presidente, desean ver a su enemigo destruido y, ante cualquier error, pedirían sin duda su cabeza».
Jerónimo Uribe también crítica a testigos como Juan Guillermo Monsalve y Carlos Enrique Vélez, de quienes dice que fueron desmentidos por múltiples testigos, y a Salvatore Mancuso, que solo aportó una declaración política, «más cargada de rabia que de sustancia».
Lo que sí quedó claro, dice, fue «la asiduidad de Cepeda visitando paramilitares por doquier».
Jerónimo Uribe finaliza su carta diciendo que su íntima convicción y el análisis que hizo de los testimonios con inteligencia artificial, llegó a la simple conclusión de que, «independientemente del sentido del fallo, para la historia, Álvaro Uribe ya es inocente».
De Colprensa
