El contralor general de la República, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, descartó que una nueva reforma tributaria sea una solución viable para Colombia y señaló que insistir en este tipo de medidas pone en duda la seriedad en el manejo de las finanzas públicas.
El llamado se dio durante el lanzamiento de la edición 375 de la revista Economía Colombiana, que analiza los problemas estructurales del sistema fiscal actual.
Durante su intervención, el Contralor explicó que en la última vigencia la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) solo alcanzó el 85,4 % de la meta de recaudo, lo que llevó a un recorte de $28 billones en el presupuesto de gastos. Esta reducción afectó la ejecución final de los recursos, que solo llegó al 83 %.
El jefe del ente de control afirmó que esta situación contribuye a un déficit presupuestal cercano a los $12 billones y consideró preocupante que se haya anticipado el cobro de renta de 2026 a 2025. Aunque legal, dijo, esta medida compromete la liquidez de las empresas y el equilibrio fiscal del país.
También advirtió que la suspensión de la regla fiscal, junto con los demás factores, representa un «cóctel demasiado peligroso» para las finanzas públicas.
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Rodríguez Becerra subrayó que la política económica del Estado debe ser coherente y no depender de los cambios de funcionarios. “Más allá de que el ministro de Hacienda ayer haya sido uno, hoy sea otro, y antes de ayer haya sido otro, la política de Gobierno y de Estado en materia económica debe ser una sola”, concluyó.
A su juicio, es prioritario reducir los gastos de funcionamiento del Estado y dar paso a una inversión pública eficiente. Desde una perspectiva técnica, reiteró que la Contraloría no apoya una nueva reforma tributaria, pues considera que el verdadero reto es revisar a fondo el sistema actual.
La publicación de la Contraloría reúne el análisis de reconocidos economistas sobre la sostenibilidad del modelo tributario colombiano. Entre los temas tratados figuran la alta evasión, el bajo recaudo, el uso de paraísos fiscales y la inestabilidad institucional de la DIAN.
Uno de los puntos más destacados es la complejidad normativa: el Estatuto Tributario tiene cerca de 1.000 artículos y su reglamentación más de 1.600 disposiciones. Esta situación, derivada de ocho reformas en los últimos quince años, ha generado inseguridad jurídica y obstáculos para los contribuyentes.
La cartera morosa de la DIAN, según el profesor Julio Fernando Lamprea, supera los $50 billones, aunque solo $13,5 billones serían recuperables. Propuso mejorar los canales de pago y ampliar el uso de la factura electrónica.
A su vez, Daniel Gómez Gaviria, del Consejo Privado de Competitividad, sugirió simplificar formularios y premiar el cumplimiento tributario.
En esta edición también escriben analistas como la exministra María Claudia Lacouture, Javier Díaz de Analdex, Astrid Martínez del Comité Autónomo de la Regla Fiscal, y el exdirector de la DIAN Gustavo Cote Peña, entre otros.
Todos coinciden en que Colombia necesita un sistema tributario más progresivo, transparente y eficaz. Para ello, recomiendan fortalecer la trazabilidad digital, rediseñar la DIAN y adoptar un plan de recuperación de cartera claro y verificable.
De Colprensa