El barranquillero Efraín Cepeda Sarabia, acaba de sumar un hecho más que marcará su vida de político, haber sido uno de los presidentes del Senado que más se haya opuesto a un jefe del Estado, Gustavo Petro, en el año en que estuvo al frente del Congreso.
Desde la orilla de la oposición, Cepeda le tumbó a Petro las dos leyes económicas más importantes el presupuesto y la reforma tributaria, se le enfrentó en momentos en que Petro violentó la independencia de poderes, lo controvirtió en público como en privado, como por ejemplo en el reciente intento de la Iglesia Católica que pidió a los altos dignatarios bajar el tono en la confrontación política.
Cepeda, ya más tranquilo, dejando atrás un poco su carreras diarias y con el análisis del político experimentado, hace el balance de la legislatura que se terminó este de 20 de junio dejando como gran logro al gobierno la reforma laboral.
– ¿Fue una legislatura rica en leyes de congresistas y pobre en leyes del gobierno?
Exactamente, además, porque varios de los proyectos del gobierno se hundieron, el presupuesto general de la nación, reforma tributaria, reforma a la salud, en algún momento la laboral y otros temas que es simplemente por ese espíritu del gobierno nacional de pensar de que el Congreso debe ser notario de sus iniciativas, se negó a conciliar y esa negativa a conciliar pues salió en las votaciones. También negamos el transfuguismo, entonces sí, pobre para el gobierno nacional, rico en proyectos de los senadores, buena producción.
En el último día de sesiones, el viernes, aprobamos 17 conciliaciones y 11 proyectos de ley. Un día antes 15 proyectos de ley y unas cuatro conciliaciones. De manera que sí, una producción alta, el Senado de la República trabajó, ahí están los resultados.
– ¿Usted cree que sí pudo garantizar que haya sido una legislatura en el Senado independiente del gobierno?
Hemos defendido con ahínco la separación de los poderes públicos como lo reza la Constitución, porque no agachamos la cabeza frente a las órdenes que pretendió dar el Ejecutivo. Siempre dijimos que son tres ramas del poder público independientes que hay que respetar. La legitimidad del Congreso está basada en 22,6 millones de votos. Este exabrupto del decretazo fue precisamente una manifestación en donde el presidente de la República asumió la jefatura de los tres poderes públicos, no solamente como jefe del ejecutivo, sino también del legislativo, que dijo que se había negado y pasó por encima de eso, y del judicial, porque si él tenía alguna duda sobre sobre esa legitimidad tenía que acudir era a las cortes, al Consejo de Estado, la Corte Constitucional, y también se lo saltó.
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Presentamos una demanda al decretazo y pedimos esas medidas cautelares que nos concedió el Consejo de Estado, de manera que hay que decirle a los colombianos con tranquilidad que el Senado de la República negó las dos consultas populares porque aprobar una consulta popular en medio de una polarización como esta, estando reciente el atentado contra el senador Miguel Uribe, era poner al pueblo a discutir entre el sí y el no, el sí y la y abstención, pero no solamente en esa polarización, sino que se gastaban casi 800.000 millones de pesos de los colombianos.
– ¿En su amplia experiencia como congresista este es el gobierno que más ha buscado romper la institucionalidad del Estado?
Sí, claro, este es el gobierno que más ha buscado romper la institucionalidad de del estado, a arrogarse la jefatura de los otros poderes públicos. Yo, en mi discurso de posesión del 20 de julio, dije que defendería la Constitución y las leyes y por supuesto la democracia y eso fue lo que hicimos, defender esa separación independencia de poderes, los pesos y contrapesos como están diseñados en la Constitución del 91.
Imagínese un ejecutivo que le diera órdenes al poder legislativo y al poder judicial, sería un dictador o un rey, de manera que eso no sucedió en esta legislatura porque le dijimos no.
– ¿Ha sido un gobierno sordo para la concertación de las leyes a lo largo de estos casi cuatro años?
Sí, porque pues eso de sentirse jefe de los otros poderes públicos hacía que dijera: ‘ahí va ese proyecto’ y no se conciliaba. La vergüenza de la reforma de la salud que intentamos conciliarla los presidentes del Partido Liberal, La U y el Partido Conservador (en ese momento yo era presidente). Nos sentábamos con el gobierno nacional, hacíamos unos acuerdos sobre la mesa y después nos mandaban unos textos donde no aparecía lo que habíamos acordado, como si no supiéramos leer. Eso nos llevó al rompimiento total por la burla que se nos hizo.
– ¿Pero fue solamente con la reforma a la salud o hubo más proyectos?
También el gobierno insistió en que teníamos que aprobar un presupuesto general de la nación que tenía in pectore una reforma tributaria por 12 billones de pesos sin discutir y al principio sin conocer y ahí nos paramos firme en las comisiones económicas y le dijimos que no, que eso no era posible. Por primera vez en la historia de Colombia negamos un presupuesto y le habíamos expresado al gobierno que lo dividiera, que aprobábamos el presupuesto, que luego pusiera la reforma tributaria y lo que saliera de la reforma tributaria, si salía algo, pues se iba a una adición presupuestal.
Pues eso también fue una arrogancia del poder, porque yo se lo dije al propio presidente de la República, él dijo que lo iba a pensar y finalmente prefirió, en un acto de arrogancia, mandarlo así a las comisiones económicas que sin duda pensaron que era una falta de respeto, no solamente con las comisiones, sino con el país.
– ¿Le preocupa a Usted una eventual intervención del gobierno en el proceso electoral del otro año?
La manipulación iba a estar en las consultas populares que le negamos. Eso le daba a ellos una ventaja gratis, con la plata de los colombianos que nos están leyendo en estos momentos. Esa plata de los impuestos era la que se iba a utilizar. Yo creo que hay que estar alerta siempre porque pues también está claro que ellos (el gobierno) mandan a veces a grupos de personas a sabotear diferentes encuentros o foros y espero que se respete la democracia y que pues eso no suceda, que cada quien encuentre sus votos legítimamente sin obstáculos. La democracia colombiana es antigua, es grande y tiene que prevalecer.
En este momento también hago un llamado al Partido Conservador, como expresidente que he sido durante tres ocasiones, para decirles que tal como lo hacen nuestros líderes, los conservadores de Colombia en cada elección que se levantan firmes y fuertes defendiendo la democracia, defendiendo al Partido Conservador, votando por las listas del partido y por el candidato a la Presidencia que tendrá el Partido Conservador, puede ser propio o en coalición, pero habrá candidato a la presidencia con una opción inmensa de ganar la presidencia de la República para estos partidos de centro derecha.
– ¿Cree usted que el tono sí se va a bajar tal y como se acordó con la mediación de Iglesia Católica?
Todavía la tinta estaba fresca con la firma del presidente de la República de ese pacto de desescalar el lenguaje cuando ya estaba trinando e insultando al Congreso y a congresistas, de manera que tengo que decir que eso no salió bien. Veo que todavía el presidente sigue atacando a congresistas y eso es un efecto negativo para la democracia.
– ¿En cuánto a la campaña presidencial, cree que se vaya a consolidar un gran bloque de la centro derecha?
Veo inmensa posibilidad de que se arme un grupo de partidos importantes que ya nos comenzamos, pero me parece que este es el ejercicio de la democracia. Hoy hay muchos candidatos, pero eso se irá decantando en la medida que algunos candidatos se dan cuenta que no suben en las encuestas y ellos mismos van dando un paso al costado. Nosotros tenemos también que hacer un filtro en su momento, cada partido tiene que tomar sus propias decisiones sobre candidaturas de manera que estoy seguro que pronto tendremos un solo candidato y creo que lo adecuado sería que en la consulta interpartidista de marzo engamos un solo candidato a la Presidencia de la República.
– ¿A Efraín Cepeda en este momento le suena ser candidato presidencial por conservatismo?
Yo no he hablado de mi candidatura presidencial. Mientras que esté de presidente del Congreso, no pienso en esa posibilidad. Eso será después del 20 de julio. Después haré esa reflexión.
De Colprensa